Dicen que algunos de los muros de piedra originales de esta hoy casa familiar en las inmediaciones del pueblecito de Eye en Suffolk, Inglaterra, se remontan a épocas medievales y que con el tiempo se fueron añadiendo pequeños edificios, granjas y establos, construidos con los restos de una abadía del S. XI disuelta por orden Enrique VIII, así que otra cosa no, pero historia esta casa ofrece en abundancia. Su reforma que duró 5 años fue un empeño personal de una pareja muy creativa, ella, la directora de moda Olivia Pomp y su marido, el director de arte Gary Rowland, para lo que contaron la imprescindible ayuda de la hija de este último, Laura, interiorista, quien personalmente se ocupó de que esta nave que forma parte del conjunto de edificios y que ahora se alquila para eventos de todo tipo estuviera lista para su boda, ya que fue ella la primera en dar el sí quiero entre esas paredes de ladrillo. La casa, que puedes ver más abajo, está decorada con muchos muebles midcentury que al parecer Olivia adquirió en una subasta