Ahora que por aquí estamos saliendo definitivamente de la tierna infancia camino a la sorprendente adolescencia (a falta de uno ya son casi tenemos dos en casa) miro entre asombro y nostalgia la enome cantidad de ideas geniales que hay para decorar dormitorios infantiles, especialmente en lo que a camas se refiere. Cuando nos mudamos a nuestra actual casa, hace ya casi 10 años y tocó comprar la cama para el dormitorio de Gael -Adriana seguía feliz en su cuna- no había ni la mitad de opciones que existen hoy día; los blogs de decoración estaban casi por inventar, Pinterest era un invento del futuro, las revistas en papel aún no contaban con ediciones digitales y apenas había tiendas online de mobiliario y decoración, así que las opciones que teníamos al alcance eran las que eran: pasearte por las tiendas de tu ciudad y tirar de recortes de revistas en papel… Tengo que reconocer que entre pitos y flautas tampoco dimos muchas vueltas pero sí que acertamos con nuestra elección.