Quizá hayas visto esta terraza mil veces y no es para menos. Si es que incluye hasta piano para veladas eternas mirando al mediterráneo. Visto desde esta primera imagen, más que una terraza esto parece la cubierta de antiguo velero. Se trata sin embargo de un pequeñísimo apartamento en la costa ligur italiana, esa que rivaliza con su hermana francesa, la costa azul. Reconozco que echo de menos los largos días de sol de finales de primaveras desconfinadas y que este paraíso en blanco y dorado me tiene entre envidiosa y feliz. No te pierdas el resto porque es un ejemplo clarísimo de aprovechamiento de espacio al máximo sin perder en belleza.