Fue ver esta primera foto y pensar en el casoplón de Mila (Kunis) y Ashton (Kutcher) en Los Angeles. Esta casa está en la otra esquina de los Estados Unidos, en Vermont, y es una auténtica maravilla poblada de antigüedades francesas e inglesas, papeles pintados de inspiración nórdica y una vocación de disfrute del impresionante […]
Porque este año, más que nunca, necesitamos rodearnos de flores y de plantas
Yo también he tenido un olivo en mi salón…
Por el título ya habrás visto que hoy vengo a hablarte de cosas muy obvias, me temo… Si algo estoy aprendiendo este año tan «ideal», aunque yo llevo años practicándolo por aquello de trabajar sobre todo desde casa, es que rodearte de plantas, de color y de cosas bonitas te alegra la vida, el alma y sí, hasta el día a día, que ya sabemos que la vida es aquello que pasa mientras hacemos planes vitales y es la bendita rutina diaria la mayor fuente de felicidad. Una vela encendida por aquí, un perfume envolvente por allí, una alfombra acogedora sobre la que caminar como en una nube, una sencilla flor en un vaso, un cojín mullido, una porcelana bonita, unas fotos de la gente que quieres o recuerdos de viajes y momentos que te hagan feliz…
Aquí mi salón. Sí. La vida con plantas es mejor.
Después de ser autoproclamada la peor jardinera durante muchos años, desde hace meses vivo rodeada de plantas y solo se me ha muerto una. Toma récord. Y además, hace ya una buena temporada que en mi casa saben que lo de festejar incluye flores frescas, si es posible previo encargo a una floristería, aunque también me valen silvestres o robadas de casa de mi suegra, que no nos vamos a poner tan tiquismiquis, y que a mí un «feliz cumpleaños» me suena mil veces mejor cuando de buena mañana han picado al timbre para traer un precioso ramo de flores con mi nombre escrito en la tarjeta. Así soy yo. Me dan igual rosas, hortensias o tulipanes. Llámame tonta.
Espera, ¿he dicho hortensias?
Es que además una es muy de decorar con hortensias, frescas o secas. Para muestra, un botón. En el salón de nuestra antigua casa hace unos 12 años ya…
Vale, también podría haber dicho lirios… Si es que es esta flor es ideal así, tal cuál, sin más acompañamiento que una gran sonrisa.
Bueno, espera, que luego está esta pasada de ramo en tonos rosas…
O estos dos que parecen, permíteme la licencia y la cursilería, sendas odas al otoño…
Pero para decorar no necesitas un gran ramo. Con una rosa en un vaso de cristal tallado por aquí, unas hortensias secas por allí o unas delicadas ramas de eucalipto seco por allá tienes ya belleza de sobra. Vale, estoy de acuerdo, donde esté un ramo… Las fotos son casi de la prehistoria del blog, pero yo sigo conservando las buenas costumbres :)
Y si hablamos de plantas, nada hay más rápido y sencillo para darle un toque de vida y color a un espacio que añadir un poco de verde natural. Estoy convencida del poder decorativo de un puñado de hojas verdes y de hecho hace no mucho le dediqué todo un post a recopilar ideas para decorar con ficus lyrata, una de las plantas más instagrameables que existan y es uno de los posts recurrentes de mi blog que todos los días recibe decenas de visitas. Está claro que andamos con ganas de vivir rodeados de naturaleza en casa. Y sí, en el primer post-confinamiento me compré por fin un ficus lyrata. Y hasta una monstera.
Todas las fotos de los ramos y las de las plantas que no son de mi casa las he sacado de The Colvin & Co (thecolvinco.com). Si andas buscando flores a domicilio yo que tú echaba un vistazo. En mi caso (y en mi casa), el olivo de la primera foto cae fijo que el anterior sucumbió en mi fase de mataplantas. Pero no me pasará más. Ahora las cuido como los tesoros que son.
Fotos: Leticia Blanco | Vintage& Chic, The Colvin & Co