Fue ver esta primera foto y pensar en el casoplón de Mila (Kunis) y Ashton (Kutcher) en Los Angeles. Esta casa está en la otra esquina de los Estados Unidos, en Vermont, y es una auténtica maravilla poblada de antigüedades francesas e inglesas, papeles pintados de inspiración nórdica y una vocación de disfrute del impresionante […]
Cómo elegir bien el colchón que necesitas para cada tipo de habitación
Sí, me consta que el título de este post puede parecer muy ambicioso, porque elegir el mejor colchón o el más adecuado a tus necesidades es algo importante. Ya sabemos que una tercera parte de nuestra vida la pasaremos (o al menos deberíamos) durmiendo y eso sin contar las horas que pasamos tumbados leyendo, viendo series, o usándolo como oficina inesperada.
A continuación te dejo algunas cosas que me parece importante tener en cuenta a la hora de elegir colchón, pero como a mí lo que me gusta, ya lo sabes, es inspirarte decorativamente hablando, voy a salpicar ese contenido con 10 estilos de cama que darán un toque muy especial a tu dormitorio, empezando por esa «cama escondida» tras una cortina de la primera foto o esta cama de toques oníricos…
¿Y cuáles son esos puntos clave que conviene tener en cuenta a la hora de comprar un colchón? El primero, el uso. Intenso o esporádico. No es lo mismo elegir el colchón para tu cama, esa donde vas a reponer fuerzas cada noche, que lo suyo sería invertir en un colchón de la mayor calidad posible, a que su uso vaya a ser esporádico. Aquí estoy pensando en el colchón para un sofá cama auxiliar o para colocar en una habitación de invitados. Hablando de sofás cama, mira esta maravilla…
Existe una opción sencilla y versátil para cuando necesitas añadir un espacio de descanso en una sala de estar o un despacho: el colchón para sofá cama clic clac. Es cómodo, fácil de usar y ocupa la mitad de espacio. Y si como yo, tienes una furgo camperizada, o quieres convertir en «espacio de descanso» algún rincón extra de tu casa, este tipo de colchones de espuma que se pliegan «y desaparecen» durante el día, son la solución perfecta. Yo llevo usando este sistema en la furgo desde hace años y qué quieres que te diga, estamos felices con el invento.
Otra cosa a valorar si es si es un colchón para una o dos personas. Y es importante por dos razones, la primera es el peso que ha de soportar – cuanto más peso corporal, mayor firmeza para garantizar el soporte y la durabilidad- y porque conviene buscar un colchón que minimice en lo posible la transferencia de movimiento. El objetivo está claro, que no te despiertes cada vez que tu pareja se de la vuelta. Y sí, ya hay colchones que lo consiguen.
Ahondando en el tema del peso corporal, no es lo mismo la elección de un colchón para la litera alta de un dormitorio infantil que para la cama de un adulto de 100 kilos. Ahí la firmeza será muy distinta y juega un papel esencial. Por otro lado, recuerda que hay colchones con propiedades hipoalergénicas (como los de látex natural o algunos de espuma tratada) que ayudan a minimizar las reacciones alérgicas y reducir la acumulación de ácaros.
Pero de poco sirve invertir tiempo en pensar en colchones, si descuidamos otra parte fundamental en el descanso y el confort del sueño: las almohadas y los textiles, con especial atención al edredón nórdico. Mi flechazo con los edredones nórdicos empezó muy joven, el verano de 1989, un verano que pasé en Alemania aprendiendo el idioma. En aquella casa solo había edredones nórdicos y a mi vuelta a casa les dí la lata a mis padres hasta que me compraron uno. Y no ha habido vuelta atrás. Un buen edredón nórdico, o dos unidos por corchetes con distintos pesos pensados para adaptarse al verano e invierno, son un invento sencillamente genial.
Resumiendo, elegir el colchón que mejor se adapte a tus gustos y necesidades exige un poco de tiempo para valorar pros y contras y para descubrir las últimas novedades en el mercado. Pero esa inversión se convertirá en un sueño reparador y eso no tiene precio porque soy de las que piensan que invertir en un buen colchón es invertir en salud…
Post escrito en colaboración con Espuma a Medida. Todas las opiniones son mías.